sábado, 1 de noviembre de 2008

APRENDER DE LA MONTAÑA

APRENDER DE LA MONTAÑA
El hombre y la naturaleza
"Sólo cuando aprendamos a oir el aullido del lobo con la sabiduría de una montaña, viviremos en armonía con la naturaleza", nos recuerda el naturalista estadounidense Aldo Leopols.
¿Qué quizo decir Leopoldo con "pensar como una montaña"? La respuesta es simple y compleja a la vez: seguir profundizando en nuestro conocimiento de las relaciones mutuas que forman al mundo del hombre y la naturaleza; es decir, reflexionar a fondo sobre el modo de sostenernos en armonía con el ambiente.
Porque al final, el destino de la tierra es nuestra responsabilidad, y es sorprendente la facilidad con que podemos dejar de ser parte del problema, para empezar a ser parde de la solución.
El reto es traducir los conocimiento adquiridos acerca de la independencia ecológica, en programas completos de alcance local, nacional e internacional, para salvar ecosistemas completos y rescatar comunicades enteras.
El mejor ejemplo para entener esto lo da Charles Darwin en su libro "Viaje de un naturista alrededor del mundo". Aquí, relata un episodio de su paso por el Estrecho de Magallanes (Tierra de Fuego), en mayo de 1834. En realidad, él demuestra que los recursos naturales, forman una compleja pero funcional estructura en la que todo es, de un modo u otro, interdependiente.
Además, el acto de "pensar como una montaña" debe incluir el crecimiento económico y el desarrollo, de modo que tanto los seres humanos como el ambiente puedan florecer.
Así, si se tomara en cuenta el agotamiento y la destrucción de los recursos naturales productivos, del mismo modo que se contabilizan los activos hechos por el hombre, se percibiría con mucha más claridad que el medio ambiente sí es un factor productivo desde el punto de vista económico, y que su destrucción menoscaba nuestra riqueza y nuestro potencial de producción.
Pero, como diría William O. Douglas; "uno de los más profundos conflictos de nuestro mundo es el que exite entre la conservación de la naturaleza y la codicia de algunos hombres".
Por otro lado, es curioso constatar hoy que los llamados pueblos primitivos vivieron en armonía con los recursos que disponían. En cambio, la aparición de las civilizaciones inició el -hasta ahora- ininterrumpido proceso de deterioro del patrimonio natural universal. Gran lección de "primitivos" a "civilizados".
Por último, el comandante Jacques Cousteau decía, que lo que más debería preocupar a la humanidad es, en primer lugar, el riesgo de una guerra nuclear, porque de estallar una tercera guerra mundial, probablemente se extinguirían todas las plantas y animales junto con el ser humano. Segundo, las guerras sociales, que son capaces de destruir todos los principios sobre los que se basa la vida civilizada sobre amplios territorios y en forma perdurable. Y tercero, la problemática ambiental y de disponibilidad de recursos naturales para las generaciones futuras.
Esto constata una vez más que las buenas relaciones entre el hombre y su ambiente se deben establecer sobre la base de buenas relaciones entre los hombres . De allí que lo primero a resolver sean las amenazas de guerra mediante la presión del sentyido común y del sentido de justicia y equidad. Por ello, el mayor esfuerzo de cada hombre debe ser dedicado a la búsqueda de la paz.
Aquí termino, evocando a James Lovelock:"Lo frágil no es la tierra, sino nosotros mismos. La naturaleza ha resistido catástrofes peores de la que estamos infligiendo. Nada de lo que hagamos destruirá la naturaleza, pero muy fácilmente nos podemos destruir a nosotros mismos".
Entonces, si queremos estar juntos en esta interminable tarea, comencemos por cuidar nuestro árbol interno.
Samantha Elgegren Zavalaga
(Escrito en 1995, publicado hoy).

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tu artículo es interesante, pero considero que tardío, no por la oportunidad, sino por el contenido. El hombre es el único animal que no adapta a la naturaleza, sino que adapta a la naturaleza a sus necesidades. Esto se remonta a los cavernícolas, cuando se descubre la función del dedo pulgar, cuando el hombre empieza a "dominar" la naturaleza, a "transformarla", conceptos que aprendemos desde los primeros años escolares.
Un punto que, considero, no puede discutirse es que el planeta ha resistido peores catástrofes que las provocadas por el ser humano. Cuando los dinosaurios se extinguieron por obra de la colisión de un meteorito, la vida tuvo que resurgir nuevamente. Lo mismo ocurrirá ahora, la naturaleza misma vera la manera de preservarse, puesto que esta VIVA, y la vida se aferra a sí misma y se opone a la destrucción.
Nuestro rol en la historia de la tierra, creo, ha llegado a su fin, de tal manera que estamos jugando los descuentos. Si para el proceso de recuperación global, nuestra especie deba desaparecer, asi sucederá, pues cualquiera acción que se pretenda ejecutar ahora, me parece que sería como pretender cuara el cancer con valeriana, llamenme pesimista, pero eso es lo que creo.
Lo que creo que nos toca hacer, es tratar de aprovechar el máximo cada día, hacer felices a la personas que queremos, ealizar nuestros proyectos con ilusión y empeño, realizar nuestro trabajo satisfactoriamente. Lo importante que al dormir, tengamos la convicción que concluímos la jornada, dando todo lo que podíamos dar. "Hoy puede ser un gran día" es una de las canciones de Joan Manuel Serrat, la cual casi siempre procuro recordar cuando despierto.
No me soy resentido, sólo creo que las cartas están echadas, la rueda sigue girando y la cuerda... se va a romper. Bye.
PD: Nos conocimos hace más de quince años... pisotón.